LA GAVIOTA MÁS VELOZ DEL MUNDO
Esta es una historia de una gaviota que se la contó a otra gaviota, que se la contó a otra, a otra y a otra, hasta que llegó hasta mí.
Había un vez una gaviota que no podía volar.
"Volar es lo más gaviota de ser una gaviota", repetía mamá gaviota.
Todos los días mamá gaviota daba clases de vuelo a todos sus hijitos.
Estos son los pasos de la clase de vuelo:
El siguiente es el dibujo de mamá gaviota y sus hijos volando por el cielo (o sea, el paso número 5 de la clase de vuelo).
Pero en este dibujo falta una y es Libertad.
Mientras todas las gaviotas disfrutaban de estar cerca de las nubes, Libertad seguía muy cerca del suelo (o sea, el paso número 3).
Aquí está Libertad corriendo a máxima velocidad, casi a punto de despegar.
Libertad poco a poco, se estaba convirtiendo en una maratonista ¡Qué entrenamiento tenía y qué rápido corría!
Pero, mamá gaviota alentaba a Libertad a volar, a punto de quedar sin aliento de tanto enojarse o lo que es peor, de tanto decepcionarse.
Esto es lo que pensaba mamá gaviota de Libertad:
"Es fiaca, sufre de vértigo, come poco, le falta hierro, le falta voluntad".
Esto es lo que pensaba Libertad de mamá gaviota:
" Cómo me gustaría que no esté enojada conmigo..."
Un día apareció el hada madrina de las gaviotas, es más o menos así:
"Libertad, sé que estás en problemas y vine a ofrecerte un deseo", le dijo dulcemente.
Entonces Libertad pensó, pensó y pensó y finalmente dijo: "¡Quiero que a mi mamá le guste como corro!"
Al día siguiente, como todos los días, fueron a la práctica de vuelo, pero ese día mamá gaviota vio a Libertad y emocionada dijo:
"¡Qué lindo corre mi hija, cuánta gracia tiene y qué veloz es!"